Genoveva, es un unipersonal basado en una historia real, con un lenguaje teatral distinto. 

Fue estrenado en el Odin Teatret, en Dinamarca.
Cuenta con importantes auspicios y críticas a nivel nacional e internacional.

Se presentó en el Grotowski Festival, Wroclaw, Polonia, organizado por la UNESCO y el Grotowski Center, 2009

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Teatro Acción, grupo de teatro independiente profesional, fue fundado por Eduardo Gilio en Buenos Aires en 1980. En estos años de trabajo teatral, búsqueda e investigación, han desarrollado una técnica y una metodología que le son propias y que diferencian al grupo del teatro tradicional, de la idea de teatro como representación de la literatura.

 

GENOVEVA,

Una mujer actriz levanta nuestra memoria.

No interpreta un texto. Vive en acciones la historia de una mujer de la Historia argentina.

La actriz no se recluye en un solo personaje. Cambia de presencia, danza de un personaje a otro atravesando la historia o permaneciendo en ella.

Se distancia de los hechos o siente en su propio cuerpo la batalla de la trama.

La actriz es creadora del contexto y de sujeto deviene objeto, ahora vive en la piel de Genoveva, luego será el telar y la tejedora, la noche, las risas de los soldados, el sonido de la espada asesina.

Salta en el tiempo, se hunde en el pasado, lo recorre y vuelve. Anticipa el futuro. Se aleja y se acerca de los hilos que se cruzan y enlazan siguiendo un destino no siempre aceptado.

      

Es entonces la actriz quien se rebela a la historia, pero sólo en ella encuentra su sentido. Su canto es el aliento que conduce el relato. Su danza son los movimientos de las sombras.

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En Genoveva se manifiesta el pensamiento estético y metodológico de Teatro Acción. Es una síntesis del lenguaje técnico y estético que caracteriza el camino de investigación emprendido por Eduardo Gilio, director y fundador del grupo.

...Genoveva es una intensa ceremonia escénica de palabras, acciones, cantos, climas y energías, que convoca en escena, en símbolos, la vida de una heroína argentina del siglo XIX, Genoveva Ortiz (…) el sistema creativo del grupo, está basado en los más genuinos recursos del surrealismo poético, plástico y teatral...(dijo el crítico Pepe Enríquez en Madrid)

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Genoveva Ortiz nació en Santa Cruz, provincia de Catamarca, Argentina, en 1804. A los 21 años se casó con José Cubas, quien sería gobernador de la provincia entre 1835 y 1841.

Su esposo, el gobernador José Cubas, integrante de la coalición del Norte, fue vencido y tomado prisionero. El Coronel Maza intimó a Cubas a que le hiciera entrega de la suma de diez mil pesos si quería salvar su vida.

 

Al enterarse Genoveva, quien sólo tenía tres mil quinientos pesos, mendigó de casa en casa endeudándose con media ciudad, hasta reunir la suma exigida, entregando en parte sus joyas y vestidos.

Genoveva llevó el dinero al Coronel Maza, quien pretextando que dos de las joyas eran falsas, se quedó con el dinero, ordenó que Cubas fuera degollado y su cabeza clavada en una pica, para ser exhibida en la plaza principal.

 

Genoveva recibió una carta de su esposo desde prisión, una hora antes de ser asesinado. En la noche del 4 de noviembre de 1841 la cabeza de Cubas fue exhibida en la plaza 25 de mayo.

El sacrificio de Catamarca es uno de los acontecimientos más atroces de la historia argentina. Más de seiscientos prisioneros fueron degollados junto al gobernador Cubas. Los asesinos amontonaban las cabezas formando pirámides en el centro de la plaza.

 

Una crónica de la época cuenta que en una escena de hondo patetismo, Genoveva a punto de ser madre por séptima vez, corrió a la plaza con el rosario en la mano y arrodillada con la frente alta, apretando los dientes y sin verter una lágrima para que los asesinos no la vieran llorar, musitó en silencio sus oraciones en medio de la risa de los soldados, sin apartar sus ojos de la lanza donde yacía la cabeza de su esposo. Cuando ya no pudo más se retiró con los ojos y el alma perdidos, a su casa donde la esperaban sus hijos aterrorizados.

 

Sin aceptar la ayuda de nadie, sola, vendiendo empanadas y dulces caseros, haciendo velas de sebo, jabones, tejidos en su modesto telar y enviando a sus hijos mayores a recoger leña, logró pagar todas sus deudas. Tiempo después donó su casa para que se convirtiera en hogar de obreras y gente necesitada. Genoveva falleció a los 82 años.

 

 

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